Eternamente a dieta julio 14, 2009

En los últimos meses he notado con cierta preocupación que mis padres siempre están a dieta. Mi mamá fue la primera, pasaba días comiendo cosas “extrañas” sin azúcar ni sal, pero como las preparaba para sólo para ella realmente no me molestaba.

Al cabo de unos meses su aspecto ha cambiado, se siente satisfecha porque bajó de peso, aunque honestamente no veo tanta diferencia, pero se siente feliz cuando alguien le dice que está más flaca. Y como los resultados han sido tan favorables, mi padrastro ya entró en la moda de las dietas, con el interés de también bajar de peso.

Pero ésta tampoco es la queja, mi mayor descontento radica en que como ambos están a dieta, la compra del supermercado ha tenido una fuerte variante, de manera que ahora toda la comida de la casa se ha suscrito a la “famosa dieta sin carbohidratos ni azúcar”, y han quedado en el pasado los dulces, bizcochos y postres que compraba mi padrastro, adiós a las pizzas en cualquier noche, nada de meriendas en funditas, todo es “saludable”, quesos, gelatina sin azúcar, pan integral, salchichas de pollo, jamón de pavo…. pollo… solo horneado, casabe, ensalada, vegetales, cero refrescos y jugo natural con azúcar de dieta.

El caso es que este período de dieta me parece eterno y en vez de aprender amar la comida sana cada día extraño más la comida “chatarra”. Y qué decir de los domingos, las comidas en familia sólo son en restaurantes “a la plancha” y como no pueden comer plátanos fritos, ni arroz, dicen que prefieren no verlos, así que sin quererlo, todos en casa estamos “eternamente a dieta”.

Guitarra julio 7, 2009

Desde pequeño siempre quise aprender a tocar un instrumento musical: el piano. Me imaginaba en un importante recital donde las notas melodiosas de este instrumento estremecían al público y eran capaces de robar efusivos aplausos.  Pero cuando cumplí 14 años aterrice a mi realidad: el piano es un instrumento muy costoso y en mi casa no hay espacio, así que decidí ahorrar para comprar una guitarra acústica y aprender lo básico en música, mientras llegaba el momento de aprender  piano.

Después de varios meses de ahorro pude comprar la guitarra y con mucho empeño en aprender baje del internet un curso básico y comencé a practicar.  Mis padres me vieron tan entusiasmado que aceptaron pagar una clase profesional y me inscribieron en Mubarak. (más…)